viernes, 29 de abril de 2016

Stalinismo vs. Hundidos y salvados

Este trabajo era para estudiar los totalitarismos: el nazismo y el stalinismo. Todo lo trabajado lo conseguimos de una Webquest y de nuestra profesora Pepa. 

La clase se dividió en dos grupos: Nazismo y Ana Frank y Stalinismo y Hundidos y salvados. Mi grupo fue el segundo, formado por Joaquín, Sergio, Jose Miguel, Lidia, Óscar y Tania. Este equipo se tenía que repartir los dos temas, tres hicieron Hundidos y salvados y los otros cuatro hicimos stalinismo.

Empecé con cierta ilusión el trabajo pero con mucha responsabilidad, ya que me eligieron líder. Como tal, expliqué lo que teníamos que hacer ya que a algunos de mi grupo los veía un poco perdidos. El primer día repartí los papeles y ayudé a todo el que me pidió ayuda. Cuando me quise dar cuenta ya llevábamos tres días con el trabajo y yo solo había hecho la planificación. 

Los siguientes días intenté centrarme en mi tarea que trataba de leer y comprender la Declaración de los Derechos Humanos y explicar un poco por qué Stalin no los cumplía, pero esto me llevó varios días, puesto que tuve que guiar a dos compañeras con su trabajo de periodistas que consistía en recoger información sobre la vida de Stalin y escribir un texto periodístico. También leí los textos de otros tres compañeros que tenían que escribir un testimonio, como si fueran víctimas del stalinismo. 

A punto de terminar el trabajo, empezamos a pensar que qué íbamos a hacer el día de presentar el trabajo y finalmente decidimos hacer un juicio donde un testimonio de Hundidos y salvados, Jose Miguel hizo de testigo, el juez fue Óscar que desde un principio era historiador, Tania y Lidia de periodistas que realizaban preguntas al testigo y yo hice de fiscal. Después las otras dos víctimas expondrían un vídeo con su voz en off e imágenes.

Dos días antes de la entrega del trabajo, hablamos en clase de quedar por la tarde para ensayar la representación, pues bien, no pudimos quedar y yo me empecé a agobiar porque veía que no iba a salir bien el proyecto final, también vi que solo tenía el apoyo de tres personas de mi equipo pero en ese momento me sentí sola. Mi agobio era tan grande que lo único que hice fue pedir ayuda a un compañero del otro grupo y a mi profesora, ella me contestó y la verdad es que me tranquilicé bastante. Pero en un grupo que creamos de WhatsApp solo había peleas y eso me ponía de mal humor. 

Solo quedaba un día para terminar con este proyecto y tuve que estar con mi profesora una hora entera para terminar mi trabajo, ya que el día anterior no pude, porque sufrí un ataque de ansiedad. Pepa fue sincera conmigo y para tranquilizarme me dijo que no nos daría tiempo a representar el juicio al día siguiente, así que lo dejábamos para después del fin de semana. Esa misma tarde un compañero, mejor dicho, un colíder, manejó la situación con tranquilidad y dejó las cosas claras organizando dos quedadas para aclarar el material y ensayar el juicio. 

Llegó el primer día de quedada y solo nos presentamos cuatro personas de seis que tenían que ir, las excusas empezaron la tarde anterior y la misma mañana y otras personas ni se justificaron. Después de un enorme enfado por mi parte empecé a dejar de creer en el grupo. El segundo día de quedada fue otra vez un día antes de la segura presentación, tuvimos otra pelea porque ciertas personas no ponían de su parte para el trabajo y las excusas cada vez eran peores. Al final ese día fuimos todos y ensayamos el juicio. 

A la hora de la representación todos nosotros nos caracterizamos, para que el juicio fuera más creíble. Al final todo salió bien y terminé muy orgullosa de algunos de mis compañeros y muy sorprendida con su trabajo.  



Estoy muy agradecida a Pepa por ayudarme tanto en este trabajo y a ciertos compañeros que estuvieron ahí.